En el bello entorno natural de las montañas de la sierra de Córdoba se emplaza este recorrido de 18 hoyos, que discurre serpenteante a través de árboles, arroyos, vaguadas y montes, que lo hacen divertido, entretenido y exigente.

El recorrido cuenta con unos greenes muy bien protegidos, y aunque son fáciles de leer, exigen siempre la máxima concentración. Las calles son estrechas y rodeadas de un maravilloso bosque mediterráneo. Se trata de un recorrido noble y técnico donde para hacer pocos golpes hay que jugar con cabeza.

El mayor atractivo del recorrido es el contacto que el jugador tiene con la naturaleza. No es difícil escuchar la berrea de los ciervos justo a unos metros de cualquier calle del campo, así como cruzarnos con conejos y perdices a lo largo del trazado.